Desde aquel catarrazo que cogí un día que llovía decidí comprarme no sólo un paraguas, no sólo un impermeable....decidí taparme con una lona, siempre, para no mojarme, para que no te el viento...ni nada!
No volví a coger catarro pero vaya condena...ni calor, ni olor a humedad, no ver amanecer ni anochecer...vivo bajo una lona gorda, por encima cae agua en surcos como ríos pero me resbala...
Total que por una parte me gustaría que pasara alguien y rompiera la jodida lona, pero vamos que tampoco pido unas tijeras para romperla yo...y me sigo mirando los zapatos deseando, soñando que las gotitas que a veces veo sobre ellos sean gotas de lluvia...